Este es el título de una entrada del blog que Cristina Ramiro quiso compartir conmigo, me conmovió muchísimo y también me llenó de gratitud por haber tenido la conciencia en un momento como ese de escribir para poder ayudar a otras personas en esa situación, apoyándose en la voz para acompañar un aborto. Gracias de corazón por compartir tu experiencia Cristina.
“Hola Esther, soy Cristina, de Maternidad con-tacto. Hemos hablado en más ocasiones y nos conocimos el verano de 2013 en uno d tus talleres “La voz en el parto”.
Me quedé embarazada hace 12 semanas del que sería mi segundo hijo, y este pasado viernes nos comunicaban que no había latido, y que el embarazo se había quedado en la semana 6 de gestación aproximadamente.
Tuvieron que inducirme el aborto con medicación. Lo “bueno”, es que todo fue en casa, mi cuerpo respondió bien a la medicación y en pocas hora todo había sucedido ya. El dolor físico, muy intenso, contracciones muy fuertes que me recordaban al parto de mi hija. Como caídas del cielo llegaron tus enseñanzas de sonorizar las contracciones que aprendí en aquel bonito taller. Quería contarte mi experiencia, que aunque triste, es otra visión diferente al parto, en la que el canto también ayuda muchísimo, y no sé si habrás tenido más casos.
Quiero hacerte llegar cuánto me ayudaron los OOOOOHHHH que me enseñaste, como el dolor desaparecía mientras duraba el sonido y cómo ayudó a que mi cérvix se abriera y sucediera. Me sorprendió muchísimo, y además me salió del alma comenzar a sonorizar las contracciones.
He escrito un post en mi blog sobre lo ocurrido, en el que te hago mención. Se te apetece, lo dejo a tu disposición para leerlo.
Gracias de nuevo.
Un abrazo”