Este es el divertido título del relato del parto y nacimiento del segundo hijo de CLC, http://laventuradesermadre.blogspot.com.es/, una mujer tan inteligente y divertida que siempre me despierta una sonrisa.

Disfrutadlo! explica maravillosamente cómo sentía la conexión entre su boca y su vagina… cómo se apoyaba en la voz para acompañar su cuerpo… Es muy hermoso!!! Un placer CLC 😉


“Hola Esther, 
Por fin decido empezar a escribir sobre la valiosa herramienta que redescubrí con tu ayuda. Como me dijiste un día,  las cosas serán cuando todo sea perfecto. Quizás por eso, el pasado lo veo ya de otro modo. El nacimiento de mi primera hija, descubrirte en la asociación, hacer tu taller -dos veces-, no ha sido en vano. Todo me ha llevado a recibir a Manuel de la mejor manera posible.

Confieso que yo no soy muy musical. No entiendo de ritmo, ni incorporo música a mi vida. Menos mal que mi pareja compensa un poco porque soy una de las pocas personas que podría vivir sin música.

Poco se puede hacer por mí en este sentido. Pero ha habido otro. El de restaurar la conexión más primitiva de nuestra existencia.  

Durante mi parto no hubo olas, ni abrazos ni nada que pudiese tener algo que ver con eso. Durante el proceso hubo contracciones. Duras. No tengo mi mente tan desentrenada como para verlo de otro modo. Pero no me importó.

Me dejé llevar expresando mis sensaciones (aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaAAAAAAA   AAAAAaaaa) a la par que tomando las riendas para ayudar a nacer a mi hijo. Desde lo consciente. Desde lo físico y psicológico. Desde la fuerza que descubrí tener.

Fue tan importante para mi verbalizar mi tensión,  que siento que de no haberme sentido tan libre y segura, el final hubiese sido otro… pudo haber algún bloqueo, no lo dudo, pero resultado físico fue el no descenso, como hubiese esperado, de la cabecita de mi niño. Ahí fue donde el dolor se hizo muy intenso. Inesperadamente intenso. 

Pero mi cuerpo tenía su herramienta. Aquella que tu desenterraste. Y ahora era libre de utilizarla.

Elegí no sufrir. Elegí escucharme. Elegí verbalizar todo mi sentir. Ya fuera inteligible o no.Abrí mi boca. La estimulé como hice en tu taller y había practicado en casa. Y… sentí. Volví a sentir esa conexión. Con respuesta es más fácil saber que lo que haces es lo adecuado. Hasta que, desde mi centro, cada extremo del tubo, ofrecía respuesta al estímulo originado por el lado opuesto.

Esas Aes de apertura se tornaron potencia sin posibilidad de retorno.

Y mi garganta, completamente gutural, emitió ese ruido agudo que bien describiste como inminente a otro sonido agudo. El de mi hijo.

Mi garganta fue el espejo de lo que ocurrió en mi vagina.  Tomé conciencia de eso durante mi parto y fue lo único que necesité para saber que mi hijo nacería en perfectas condiciones.

Gracias por ese poder. Gracias por tus ejercicios de reconexión. Gracias por hacer de lo aparentemente difícil, algo mágico y sencillo.

Hoy, hace 5 meses, acababa de empezar este viaje… 

Un abrazo enorme ( y sonoro)! 
CLC”