Las que hemos dado o damos de mamar ya sabemos todo lo que supone y remueve el dar el pecho en nuestro interior y “alrededores” (esto ya es cosa aparte…). Pero también sabemos que el contacto, la mirada y la sensación de tu bebé mientras le das de mamar es incomparable y todo el esfuerzo merece la pena.
Mi madre siempre me ha dicho que hay saber que reírse de la vida, hasta de esos momentos en que uyyyyyyyyyyyy! una no sabe ni qué hacer. Y en la crianza hay unos cuantos! Aquí una ilustración que me ha parecido tan divertida como real. Para que os riáis un rato, es totalmente terapéutico.